Las discrepancias entre el inventario físico y el sistema representan uno de los riesgos más subestimados en la logística mexicana. Más allá de la merma operativa, la falta de control puede activar presunciones de ingresos por parte del SAT.
Seguramente te ha pasado en estos últimos meses o días del año en los que "tenemos a padecer" los cierres: revisas el ERP y los números cuadran perfectamente, pero al bajar a piso a validar, la mercancía simplemente no está. No es solo una sensación de descontrol; es una realidad estadística alarmante.
Pero el daño no termina ahí. Sin la documentación adecuada, estos faltantes activan riesgos fiscales severos. Este artículo explora cómo evitar que una merma operativa se convierta en un ingreso gravado ante el SAT mediante el uso correcto de tecnología y evidencia.
Para resolver el problema, primero debemos categorizar la raíz de la diferencia. Generalmente, los faltantes provienen de tres causas principales:
El riesgo latente: Cuando no existe un proceso formal de auditoría con evidencia digital, estas diferencias escalan de ser un "problema de almacén" a un "problema fiscal".
La autoridad fiscal en México no asume automáticamente que un faltante es un robo o un error. Su interpretación por defecto suele ser más costosa para la empresa.
El SAT puede presumir que un faltante no justificado corresponde a una enajenación (venta) por la cual se cobró pero no se facturó. Esto ocurre en el momento en que la empresa detecta la diferencia.
Esta presunción de ingreso gravado solo se descarta si se demuestra:
Bajo el Código Fiscal de la Federación, las diferencias de inventario no explicadas pueden considerarse ingresos presuntos. Esto abre la puerta a ajustes en la base gravable, multas, recargos y auditorías profundas.
Para que una pérdida por robo o fuerza mayor sea deducible, la trazabilidad es indispensable. Se requiere documentación formal como:
Para reducir las diferencias y generar la evidencia que exige la autoridad, las empresas deben implementar un ciclo de control robusto apoyado en movilidad y gestión de inventarios, utilizando plataformas como Microsoft Dynamics 365 para la trazabilidad total.
La tecnología actual permite pasar de la reacción a la prevención mediante el análisis de datos. Herramientas como Microsoft Power BI son fundamentales para detectar patrones de comportamiento atípico, tales como:
Para blindar la operación, recomendamos un enfoque dual: Operativo y Fiscal.
Las diferencias físico-sistema no solo afectan la precisión operativa y el nivel de servicio; implican riesgos fiscales tangibles cuando no se justifican con evidencia sólida.
La clave para mitigar el riesgo ante el SAT y proteger la salud financiera de la empresa reside en la combinación de procesos bien definidos, herramientas de control móvil y analítica de datos.
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