En la actualidad los clientes han incrementado sus exigencias respecto a lo que esperan de las marcas con las que interactúan. La demanda de experiencias sin contratiempos y altamente relevantes ha impulsado a que las empresas cambien su forma de operar.
El aumento del consumo de internet ha propiciado que los clientes tengan más acceso a información, opciones de productos, formas de compra, etc. Las marcas hoy en días ya no pueden sobrevivir simplemente ofreciendo un buen producto si no que deben adaptar estrategias centradas en optimizar la experiencia y los resultados de los clientes.